"Y volvió a poner las manos sobre el velador, con el semblante oscurecido por una niebla amarga: “Eres el único hombre que, al despertar, no recuerda nada de lo que ha soñado.”
Alguien desordena estas rosas (1952)
"Entonces quedé definitivamente solo en el cuarto. Pero en cambio ella estará satisfecha. Porque ese día sabrá que no era el viento invisible lo que todos los domingos llegaba a su altar y le desordenaba las rosas."
Gabo me gusta mucho, pero hay en sus primeras obras una frescura perdida en su madurez. Volver a ellas es siempre un estímulo para la imaginación.
Gabo me gusta mucho, pero hay en sus primeras obras una frescura perdida en su madurez. Volver a ellas es siempre un estímulo para la imaginación.
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